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¡Aguas con nuestros hijos!

Día a día observamos como sociedad, cómo nuestros niños y jóvenes, al amparo de las benditas y malditas llamadas “nuevas tecnologías”, se introducen en situaciones de riesgo que lamentablemente ponen en riesgo su integridad.

Uno de los tantos ejemplos de ello lo estamos viviendo de nuevo en las redes sociales con un reto llamado “el que se duerma al último, gana”, el cual consiste en ingerir un fármaco ansiolítico.

Las consecuencias son graves y la única forma de prevenirlo es a través de una minuciosa supervisión de padres y tutores sobre el manejo que los menores de edad tienen no solo sobre el indiscriminado manejo del internet, sino de las amistades y compañeros que acompañan su crecimiento.

Desde hace algunas semanas se ha hecho “viral” un tema relacionado con el indebido consumo de un medicamento controlado, a cargo de menores de edad, cuyo propósito es ubicar al “ganador” de un reto.

El reto consiste en que grupos de jóvenes llevan pastillas o gotas de clonazepam a la escuela, las toman y espera a que éstas hagan efecto. El ganador del desafío es el que se duerma al último.

Desafortunadamente ya se han reportado varios casos en escuelas de diferentes estados del país en los que los jóvenes se han intoxicado por tomar los ansiolíticos.

Por ejemplo, el pasado 19 de enero, en la Ciudad de México, se reportó a alumnos intoxicados por el consumo del fármaco. Los paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM atendieron a alumnos de una escuela en la colonia San Rafael. En cinco de ellos se confirmó una “posible intoxicación”, y solo tres fueron trasladados al hospital de forma preventiva.

Hace dos meses, siete estudiantes de una escuela de Veracruz también se intoxicaron tras consumir este tipo de fármacos. El secretario de Educación del estado, Zenyanzen Escobar, aseguró que tienen una campaña fuerte para que ya no vuelva a ocurrir.

De acuerdo con los reportes, en una escuela de Cuernavaca, tres jóvenes se intoxicaron también por consumir las pastillas de clonazepam. El director de la escuela señaló que se tomaron las medidas y se llamó a los papás de los chicos para que fueran a revisión médica.

Sin embargo, según medios locales las autoridades de salud no se tienen el reporte de atención médica de los alumnos en algún centro de salud.

Mientras que en redes sociales se reportó recientemente que también alumnos de una escuela en Guanajuato hicieron el reto viral, por lo que al lugar habrían llegado personal de la Cruz Roja y Protección Civil.

Ante el crecimiento de este mal llamado “reto” juvenil, la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México emitió una alerta a la población acerca de videos que circulan en redes sociales que pueden ser peligrosos, ya que incitan a los menores de edad a hacerse daño con desafíos que podrían poner en riesgo su vida.

La Policía Cibernética informó en un comunicado que identificó alrededor de 500 incidentes relacionados con menores de edad en 2022, ocurridos en México, por esta situación.

Además, señaló que se han incrementado los patrullajes cibernéticos, mediante los cuales se han identificado distintos retos que van desde provocar caídas, hacer dietas extremas, bajarse de un coche en movimiento e ingerir sustancias tóxicas y medicamentos controlados como el clonazepam.

Por estos hechos, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertó a las familias, al personal educativo y al alumnado sobre los riesgos que conlleva este reto.

A través de un comunicado, la dependencia explicó que el consumo inadecuado, sin supervisión médica e irresponsable de fármacos con propiedades ansiolíticas, como el clonazepam, puede causar efectos adversos a la salud, desde somnolencia, mareos y náuseas hasta pérdida de equilibrio, problemas de coordinación, dificultad para pensar o recordar, dolor de cabeza, muscular o de articulaciones; visión borrosa, temblores, incontinencia o retención urinaria e incremento de saliva”.

Los peligros a los que nuestros niños y jóvenes están expuestos día a día, no solo a través de las redes sociales, debe ser un llamado para que los padres de familia tengan una mayor supervisión sobre el entorno de sus hijos.

El asunto no es cómo nuestros jóvenes consiguen el medicamento -pues al ser controlado, la única vía de acceso es el hogar-, sino cómo podemos evitar que se introduzcan en este tipo de nocivas actividades.

El tiempo que cada uno de nosotros desarrollemos a favor de nuestros hijos, permitirá abrir mayores canales de comunicación, a fin de alertarlos sobre potenciales riesgos durante su desarrollo.

La tarea, aunque parece sencilla, es muy compleja, pues representa adentrarse a la confianza de los menores de edad.

Tiempo y convivencia, constantes, son el llamado a los padres de familia… Tarea nada sencilla, pero que resulta indispensable para evitar desgracias en el seno familiar.