En septiembre de 2017, Frida acaparó la atención de propios y extraños, incluso más allá de nuestras fronteras, al destacar por la invaluable labor que desarrolló durante las tareas de rescate, a raíz del terremoto que sacudió a la Ciudad de México.
Su inteligencia y agudeza permitieron visibilizar aún más la trascendente tarea que realizan los llamados binomios caninos y que forman parte fundamental en instituciones como las secretarías de Marina y Defensa, Bomberos, Cruz Roja y corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno.
Frida se convirtió así en un símbolo de fuerza, amor y esperanza para niños, jóvenes y adultos, al grado que su muerte, en noviembre del año pasado, conmocionó a gran parte de la población.
Y es que semanas antes, a principios de octubre, el almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de la Semar, develó una estatua de bronce de Frida en la sede principal de la Secretaría, en justo homenaje a sus servicios y como símbolo del vínculo entre la Armada y la ciudadanía.
Ese día, el funcionario sostuvo que la perrita simbolizaba el espíritu de cuerpo, el compañerismo y la unión de todos los elementos de la Armada que participan en el Plan Marina, de auxilio a la población civil en casos de desastres.
Fue, sin duda, un justo homenaje en vida a un elemento de la Armada -ya en retiro-, que a lo largo de sus poco más de 10 años de servicio, localizó a 12 personas vivas y 43 sin vida.
Este tema viene a colación porque en días pasados se dio a conocer a través de los periódicos El Universal y El Financiero, sendas informaciones para señalar la notoria reducción en el presupuesto destinado por la Secretaría de Marina a la alimentación de los canes navales, tomando como base el año de 2017 hasta 2022.
De acuerdo con una investigación del proyecto de divulgación de Yo Amo la Ciencia, a través de una solicitud de información, la Semar señala que en 2017, la gestión de Enrique Peña Nieto destinó 2 millones 998 mil 480 pesos a alimentos de alto valor alimenticio para esos perros de trabajo, y en 2022 el gasto bajó a un millón 973 mil 370 pesos.
No obstante, si se compara con lo invertido en los años 2018 y 2019 -que correspondió a la formulación del presupuesto de egresos de Peña Nieto, esto es, los inmediatos después del terremoto del 19 de septiembre en la Ciudad de México, Morelos y Puebla-, la reducción es del 60.69%.
En 2018, la dependencia compró alimento por 5 millones 36 mil 518 pesos, mientras que en 2019 fue de 5 millones 4 mil 24 pesos.
El documento refiere que del periodo del 2015, al 21 de julio del 2022, se han dado de baja por adopción 240 canes y por muerte 45 binomios. La Semar indicó que al 27 de julio del 2022, para rescatar personas, vigilancia y detección de drogas, cuenta con 233 elementos caninos.
El valor de estos peludos es inmenso, pero no por el costo de sus razas, sino por la labor y capacidad que adquieren en tareas tan complejas, cuyo exhaustivo entrenamiento, los hace ser verdaderos especialistas en sus labores.
Y es que no cualquier perrito -incluidas las razas que normalmente se requieren-, son aptos para las tareas de búsqueda y rescate, pues de todos los que se reclutan, son pocos los que logran el mérito de pertenecer a las instituciones de gobierno.
Estos canes trascienden no solo a nivel nacional, sino internacional, como se constató recientemente en la participación que un grupo importante de ellos tuvieron en Turquía y en donde Proteo, un binomio de la Defensa Nacional, perdió la vida en cumplimiento de su deber.
Fue tal el reconocimiento a su importante labor, que el gobierno turco le rindió un emotivo homenaje.
Por ello es inconcebible que, en aras de la austeridad, la Semar disminuya el presupuesto destinado a la alimentación de estos canes, la cual dista mucho de la comida que normalmente se brinda en los hogares a las mascotas de compañía.
Y es que el alimento de estos perros de trabajo es especializado, pues requieren de una alta demanda de nutrimentos. Desafortunadamente ahora, con el recorte presupuestal, se adquiere alimento comercial, propio de animales caseros que no tienen tanta actividad.
Lamentable, pero los ajustes al presupuesto en la Secretaría de Marina deben tener otras prioridades, no un equipo de trabajo altamente capacitado, cuyos resultados no están en duda.